Hace algún tiempo resultaba imprescindible mantener una presencia en Internet con una página web de empresa, realizar un buen trabajo de optimización, asistido de un blog y soporte audiovisual. Esto favorecía una buena posición en buscadores y una mejor localización. El resultado facilitaba un aumento del tráfico hacia la website. Si ese era el objetivo perseguido.
Frente a los miles de millones de vídeos visionados diariamente y el tiempo de permanencia de los usuarios en YouTube. Se pasó al entretenimiento y compra en Instagram, todo en uno. De repente los influyentes fueron creando la necesidad y el vínculo emocional con un nivel de fidelización y enganche incuestionable. Y las empresas todavía se preguntan dónde están los usuarios. Pero no sólo los anunciantes, también se lo está preguntando Google. Observando cómo sus herramientas están dejando de utilizarse masivamente y su monopolio se diluye en favor de Instagram. Donde el potencial del vídeo se transforma de manera exponencial enlazado con esta red social. Estableciéndose relaciones de recomendación entre personas creativas innovando día a día de forma constante para atraer la atención del usuario hasta convertirlo en cliente. Comprador de productos cuyo goodwill de marca es bajo, nuevo o casi nulo.
Vídeo y comercio electrónico se entienden
Una situación que está incrementando el comercio online en todo el mundo, con aumentos anuales en las transacciones y volúmenes de intercambio sobresalientes. Pero también está transformando el tejido comercial permitiendo acceder a empresas y empresarios nuevos a mercados con dificultades o imposible acceso.
Adoptar el vídeo dentro de nuestra estrategia de empresa no es complicado ni costoso, sino necesario para conectar con mercados que ahora mismo nos desconocen. Establecer relaciones duraderas con creativos que trabajen el producto con otros ojos diferentes al propio, dentro de la empresa, ayuda a introducir productos y servicios en el nuevo formato de Internet. Entender el trabajo con influyentes también es beneficioso dependiendo del tipo de producto o servicio a promocionar.
El continuo proceso de desarrollo del comercio electrónico está utilizando el vídeo como lenguaje universal para comunicar la necesidad de intercambio. En muchos países esta necesidad actúa como generadora de bienestar, descubriendo en la colaboración posibilidades por desarrollar. Todavía está todo por hacer.