Obituario Barcelona la segunda oportunidad, cuando la vida se acaba y deseamos darnos una segunda oportunidad. Podemos alcanzar a entender cuál es el propósito en la vida. Nos ayuda a no sentirnos como barcos a la deriva. Sin dirección alguna.

Pero puede que no tengamos ningún propósito, y sin embargo, deseemos vivir el máximo como nos sea posible, conservando dinero, amor, amigos, confort… Este puede ser un propósito, aunque si lo observamos en la distancia, resulta un poco pobre. No nos satisface, no nos lleva a ningún sitio y sólo nos mantiene aferrados  a nuestras posesiones; en el mejor de los casos.

Sincerarnos con nosotros mismos

Hemos realizado sacrificios, hemos afrontado dificultades, unas veces complicadas y otras complejas. Dificultades que nos han enseñado a definir y elegir entre nuestras contradicciones. Unas veces las hemos solucionado y en otras, sencillamente no hemos sabido qué hacer. Y no hemos hecho nada. Ahora podemos sincerarnos con nosotros mismos, y con los demás. Hablar de frente, sin saber qué habrá más allá de la vida. Registrarlo para que otros alcancen a entendernos, si todavía no lo han hecho. Ahora tenemos la ocasión de concedernos una segunda oportunidad.

Quizás sea lo único por lo que ha valido la pena ser.