
Después de años interactuando con la tecnología, esta ha transformado nuestra manera de pensar. Nuestra actitud es la que cambia las cosas.
Internet es el medio de relación, toda la tecnología desaparece detrás de todo aquello que fluye por él, ya sean datos, entretenimiento o educación. A medida que los dispositivos tecnológicos son más pequeños, móviles y disponibles en cualquier lugar, la influencia que instiga es mayor. Pero el aparato conectado a Internet aniquila nuestras dudas con su celeridad y recompensas, sin percibir que también nos domina. Por una u otra razón las personas hemos cambiado, por lo que la educación también lo está haciendo. Y este cambio está relacionado con la manera de percibir los Centros Educativos por parte de padres, alumnos y sociedad.Por todo esto, cualquier Espacio Pedagógico debe pensar en adaptarse a las nuevas demandas, no sólo en su oferta de contenido educativo, sino en cómo lo ofrece.
Cómo lo ofrecemos es en sí mismo lo que ofrecemos.
Estamos convencidos que los Centros Educativos disponen de un Plan de Marketing con el que afrontar nuevos retos, otra cosa es que este planteamiento sea digital. Últimamente observamos una notable falta de creatividad que puede dar al traste con las necesidades del Centro. Las herramientas de marketing digital permiten personalizar las acciones a realizar, establecer relaciones bidireccionales con los interesados, crear experiencias diferenciadoras y conocer en profundidad el perfil de los usuarios.Estas herramientas se encuentran al alcance de todos. Otra cosa es utilizarlas adecuadamente hacia la consecución de objetivos concretos. Posiblemente ya disponemos de un boletín electrónico, de casos de éxito, un blog del Centro, cuentas abiertas en redes sociales como Facebook, cuenta en un microbloging como Twitter y un canal en YouTube con vídeos. El problema reside en su mantenimiento, actualización y adecuación para conseguir los objetivos marcados.
Pero, ¿cómo convencer a padres y alumnos de nuestra oferta?
El proceso de matrícula actual para la captación de nuevos alumnos, se centra en una visita guiada y una atención personalizada, explicando, resolviendo dudas, exponiendo argumentos para asesorar a los interesados en su decisión de inscripción. Finalizando con la entrega de material escrito con fotografías y cuadros descriptivos. Dejando la decisión final en manos de los afectados que cotejarán con otros centros de su interés.Con una oferta amplia de colegios, una dimensión saturada de plazas, un número menor de niños y niñas, resulta imprescindible diferenciarse.
Las diferencias son cada vez menos apreciables en un servicio como la educación. Aunque existen. Cuyo resultado se verá, en el mejor de los casos, al cabo de unos años. La diferenciación nos permite no competir, con otras escuelas que se han convertido en empresas. La idea principal es la de crear un espacio donde se nos reconozca por nuestra diferencia.Pero debemos buscar estas diferencias y resaltarlas, conociendo el perfil de los usuarios a quienes nos dirigimos. A menos que establezcamos una estrategia anual de captación de nuevos alumnos/as, unido a una nueva experiencia de visita personal, las posibilidades de atraer a familias del área cercana a nuestro Centro Educativo se verán reducidas.La estrategia debería alcanzar a familias, alumnos y alumnas de diferentes zonas de la ciudad.
Proponemos alcanzarlo mediante la creación de una experiencia significativa, donde remarcaremos los elementos diferenciadores del Centro. Pasando de una visita personal con explicaciones a una experiencia visual motivadora.