Tenemos una idea de lo que deseamos contar y hemos pensado en el vídeo como la mejor manera de expresarlo, sin tener que escribir. La gestación de una idea genera la necesidad de contar historias, explicar conceptos, compartir conocimiento, divulgar información, dar a conocer productos, expresar emociones, formar personas…
La forma de transmitir esa idea dependerá del mensaje y el público al que nos dirigimos. Evidente. Pero también dependerá de cómo deseamos llamar su atención, cómo les aportamos la información necesaria para que los usuarios la transformen en valor. Lo conveniente es desarrollar el argumento audiovisual donde recojamos la acción, los personajes, los diálogos y las situaciones donde se lleva a cabo la actuación. Una vez hemos descrito el guión técnico pasamos a planificar.
Planificar es plasmar sobre papel las ideas.
Anotar los elementos que intervendrán en la grabación, pensar en las escenas y planos que permitan contar nuestra historia, elegir localizaciones, música, decorados, vestuario y todos los detalles necesarios. Lo habitual es apoyarse en un storyboard para una planificación más eficiente del audiovisual. Mediante dibujos a mano o viñetas realizadas con alguna herramienta especializada organizaremos mucho mejor el rodaje. Celtx y StoryBoard Maker son dos ejemplos de herramientas gratuitas.
Con el plan de rodaje podremos ordenar las escenas, establecer ángulos de cámara, fechas de grabación de cada secuencia y organizar el mensaje que deseamos transmitir. Sin olvidar relacionar todo el material técnico necesario para llevar a cabo la grabación.
No todos los proyectos siguen este proceso, depende del tipo de audiovisual. Pero si queremos conseguir un vídeo barato, planificar el trabajo nos ayudará a conseguirlo. Sea cual sea la duración del mismo.
Invertir tiempo en la planificación del vídeo es ganarlo en los demás pasos del proceso.