Estamos ante la pregunta del millón, cómo afectan las redes sociales a los usuarios en el momento de la compra. Aunque creo que es mucho más. En la empresa Post-COVID19 dar respuesta a esta pregunta será de vital importancia para seguir subsistiendo.

La desconexión entre la estrategia de la empresa y las redes sociales es manifiesta. No cabe duda. Pero esto no puede evitarnos la reflexión de cómo conseguir que las redes sociales ayuden a la empresa a involucrarse y obtener beneficios de las mismas.

La clave está en la Experiencia de Cliente

Observamos cómo Alphabet parece estar pivotando porque sus planteamientos de alcanzar y controlar la publicidad e Internet no se están cumpliendo y además parecen estar casi estancados.

Hay redes sociales como por ejemplo Instagram con mayor conexión y compromiso (engagement) ofreciendo una mejor Experiencia de Cliente que Google y todas sus nutridas herramientas. Observan cómo la pujanza de las redes sociales está siendo muy segmentada y no dejan de hacer movimientos para contrarrestarlas.

Por otro lado, a los altos ejecutivos no les preocupan los clics, las visitas, ni como se comparten los contenidos. Elementos culturales de planteamientos anteriores. Las empresas tienen objetivos empresariales planificados que deben cumplir y las redes sociales son una herramienta más para alinearlas con sus intereses. Principalmente empujando a los clientes potenciales hacia lugares donde realizar compras.

La decisión sobre cuál será la mejor plataforma, debe tomarse después de analizar y detectar dónde se encuentran tus clientes para centrar tus esfuerzos, sin dispersarlos.